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domingo, 22 de marzo de 2020

Apoyo a familiares de víctimas: Comunicando las malas noticias. Adaptación a Coronavirus

Aquí os dejo una adaptación a la situación del Coronavirus de las "reglas" que seguimos en psicología de emergencias cuando tenemos notificar un fallecimiento. Las he adaptado a la necesidad de realizar esta comunicación por teléfono o a distancia. Espero que les sirva al personal de los hospitales que estos días deben cargar con esta tarea. Ánimo y contad con nosotros para lo que necesitéis.


viernes, 20 de marzo de 2020

vídeos sobre psicología para afrontar el coronavirus

Os dejo algunos enlaces de los vídeos que hemos ido creando para asesorar sobre cómo enfrentarse al la situación provocada por el coronavirus
https://www.youtube.com/watch?v=XOmu9r6MBD8&t=14s

¿QUÉ PASARÁ CUANDO YA NO HAYA APLAUSOS?


 La obligación de los gestores, de los expertos, de los políticos no es resolver los problemas cuando surgen, sino adelantarse a ellos, tener una conducta proactiva, buscar las soluciones antes de que aparezca el problema.
Hay un viejo dicho inglés que reza: “espera lo mejor, prepárate para lo peor y acepta lo que venga”.
Llevamos 6 días con las medidas del estado de alarma causado por la pandemia del Coronavirus. Seis días en casa con salidas muy restringidas en tiempo y espacio, con mil situaciones privadas distintas.
Llevamos seis días saliendo noche tras noche a las ventanas o balcones a aplaudir. Salvo algunos casos aislados de incivismo, la población se está volcando en apoyar a los demás.
Pero, ¿cuánto tiempo mantendremos esta actitud?.
Toda evolución de la relación del individuo en un grupo pasa por una primera fase de “enamoramiento” en la que todo está bien y el individuo se vuelca en el grupo.
Luego empiezan los roces. Y estas medidas que se han adoptado no lo tienen en cuenta.
Reconozco que es sumamente difícil mantener un equilibrio entre la salud física, la económica y la psicológica. Reconozco que ahora lo urgente e importante es la salud física, pero creo que ya habría que ir pensando en el coste y las repercusiones psicosociales que éstas van a provocar.
“Los niños del vecino de arriba no paran”.
“¿Para qué voy a salir un día más a aplaudir?”
“¡Qué tontería es esto de que no se pueda salir!”
“El vecino del quinto ¿qué se cree, que es de la aristocracia? Todavía no lo he visto limpiar el ascensor”.
“A ver, ¿no me está viendo en la cola?, mantén las distancias…idiota”
Habrá que ir pensando que el roce, lejos de lo que asegura el dicho, no produce el cariño.
Habrá que ir pensando que los niños no pueden (ni deben) permanecer tantos días en cas, sin salir de ella y con un atracón de tele y juegos de pantalla… a corto plazo empezarán a desplegar conductas disruptivas y a largo, posibles adicciones a los videojuegos.
Habrá que pensar en las repercusiones psicológicas que les va a producir esta situación: problemas de sueño, fobias…
También tenemos a los jóvenes. ¿un fin de semana sin salir, sin contactar con esos amigos con los que ahora se identifica, con los que ha formado el grupo secundario,  abandonando al grupo primario que es la familia?
Estamos preocupados (y debemos estarlo) por la salud física, pero como grupo deberíamos de ir siendo conscientes de las secuelas psicológicas y sociales. Los gestores, los técnicos, los expertos y, sobre todo, los responsables políticos deben adelantarse a estos y otros aspectos.
¿Cómo influirá en la conducta individual y social el deterioro económico familiar?, ¿Cómo se recibirá la noticia de una prórroga en el confinamiento?
No esperemos a que aparezcan los primeros brotes de conductas desadaptativas para pensar en soluciones.
Desde el primer día hemos visto el asesoramiento de un experto en salud física, pero ¿se está consultando con experto en salud social y psicológica?