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martes, 5 de septiembre de 2023

O todos quedaremos en el campo del honor

 


SINOPSIS

El Desastre de Anual (1921, Protectorado Español en Marruecos) es, entre otros, un episodio de nuestra historia que se ha querido borrar de nuestro conocimiento, de nuestra memoria por unos y por otros por distintos motivos.

Si bien es verdad que fue un desastre desde el punto de vista político, militar y, sobre todo, humano, no se puede negar que junto a la ineptitud y cobardía de algunos, se produjeron actos heroicos que en otros países serían motivo de orgullo.

Esta novela ha tenido dos propósitos:

El primero, recordar y dejar constancia de una guerra que tuvimos los españoles que siempre se ha intentado olvidar y ocultar, de la que nos sentimos tan avergonzados, inexplicablemente, que la hemos llamado Desastre. Y no es que no lo fuese, pero no más que otras guerras de otros países (Vietnam, Durkerque, Uarga…) de las que, incluso, se han filmado películas.

El otro motivo es atemporal, al margen de ese episodio concreto, es presentar en lo individual y en lo colectivo el nivel psíquico, emocional. Así, se explora cómo una serie de personas, que podíamos ser nosotros mismos o algún antepasado nuestro, se enfrentan a una situación extrema con sus miedos, incertidumbres, dudas, pasiones… 

Los españoles tenemos poca memoria y usamos a menudo el damnatio memoriae romano con la esperanza de borrar o condenar la memoria de lo que no nos gusta. También somos propensos a aceptar o, incluso, crear, una leyenda negra sobre nuestros actos.


En la novela "O todos quedaremos en el campo del honor" se van cruzando personajes históricos, héroes y villanos, con otros personajes anónimos, pero no menos reales, al menos en sus conductas, sus miedos y sus valores que vivieron los días de Julio de 1921 que se llamaron "Desastre de Annual". 

El soldado de filas y el oficial de profesión, el cristiano y el musulmán, pasando la misma sed, el mismo terror y enf
rentándose a ello. 

Olvidarlos sería un crimen. Un crimen perpetrado por una sociedad desagradecida.

sábado, 18 de febrero de 2023

El tiempo.

Con el tiempo se van cayendo mitos y descubres que “eso”, el tiempo, no pasa en balde y que lo marchita todo. De niños y de jóvenes creíamos que había cosas inmutables que siempre que darían ahí y de igual forma. Los ancianos siempre serían ellos, Benito, el vecino que tenía una tienda junto a nuestra casa o la señora María, que enlutada y con un moño níveo traía la pesada compra a pesar de su edad.

Pensábamos que Sherlock Holmes seguiría eternamente resolviendo casos y viviendo con su amigo Watson en Baker Street 221. Sin embargo, el doctor se mudó hace años harto del sonido del violín y del protagonismo narcisista de su compañero y Holmes empezó a olvidarse de nombres y datos, de forma prematura y ayudado por su adicción al opio.

Tarzán empezó a sufrir de artrosis. Ya no era el más fuerte de la jungla y un día se encaró con un joven león.

Gilda, la mítica Rita Hayworth, se llenó de arrugas y dejó de ser un mito erótico para la siguiente generación. Ya nadie quería que se quitase el guante mientras contorneaba sus caderas.

Así todo es mutable y caduco, salvo algunos árboles que también envejecen aunque no se les caigan las hojas en otoño. Por eso, haz lo que puedas ahora, porque el día menos pensado, no alcanzarás a ponerte los calcetines.


Escrito mientras recorro el Camino de Santiago. Febrero 2023